I have a dream

Amanece en el puerto mientras veo salir un contendor cargado de políticos que, como inmigrantes subsaharianos, viajan a la deriva y se pierden con rumbo incierto en el oceano. Vuelvo a la ciudad y todo es un caos. Las radios levantan sus programas matutinos, los diarios echan a los analistas políticos, Pigna es ahora notero estrella de CQC y Sofovich conduce un reality donde el que gana es nominado a presidente. En las calles, la gente va desorientada mostrando una sonrisa entre estupida y pendeja. Aumenta el desempleo. Los fabricantes de cintas de inauguración, los bombistas, los pintores de muros, las imprentitas de volantes y los choferes, se quedan sin laburo. Los tacheros van por la calle calladitos sin poder putear a nadie. En los cafetines del Congreso no quedan los fumadores de mil puchos y un cortadito en toda la tarde. Nadie hace “rosca”. Los piqueteros no saben a quien reclamarle y dan vueltas perdidos por la Sociedad Rural. Las agrupaciones de izquierda les donan neumaticos a las gomerias, los mecanicos en agradecimiento se dejan pintar la entrada con alguna vieja consigna. Los programas de chismes hablan de conjuros, de una Argentina mal aspectada, "parece que Horangel los engaño y Tu Sam los metio en el barco", dice una vieja. Nadie sabe a ciencia cierta que carajo paso. El cine argentino reduce considerablemente sus estrenos. Cierra el INCAA. El gaterío trepidante se queda sin papuchos que las vistan y las cobijen. Aumentan las consultas por depresion, muchos han perdido su motivo de vida. Abogados, escribanos, contadores y presidentes de clubes, hacen conciliábulos para decidir quien toma la manija en este quilombo. No hay arquitectos presentes. El arte del engaño, la simulación, el desplegar de palabras que ocultan, el reino de lo verosímil, de la ficción por excelencia, por fin se ha desvanecido. Ahora vivo en la ciudad donde se han ido. Siento mareos y busco algun banco donde descansar, todo se va poniendo negro.

En la tele, un tipo a los gritos escupe a camara. Pongo mute y me pierdo en la mimica de la imagen, al rato, estoy soñando de nuevo.